En 2017 Latinoamérica se instituyó como la región más peligrosa del mundo para el activismo social, caracterizándose por la corrupción, la violencia y la polarización política.
El año pasado ocurrieron 312 asesinatos contra activistas. Dos de cada tres asesinatos fueron en América Latina, siendo los defensores del medio ambiente, el grupo más afectado, según el informe anual de Front Line Defenders, presentado en enero de 2018.
Casos emblemáticos
El informe enumera algunos casos que dan testimonio de cómo algunos gobiernos, empresarios y grupos armados son aliados en contra del activismo social.
- Aprobación de leyes para castigar la protesta social y catalogarla como “terrorismo”.
- Represión violenta a protestas sociales.
- Fabricación de juicios contra los activistas sociales, donde aparecen jueces involucrados.
- Los Gobiernos hacen caso omiso a las garantías emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha dictado medidas cautelares para proteger a las personas que se encuentran en riesgo.
El asesinato de la líder indígena lenca, Berta Cáceres, en Honduras, en marzo de 2016, ha sido el caso más sonado y repudiado a nivel mundial. Berta defendía los recursos naturales de su país. Contaba con medidas cautelares emitidas por la CIDH, y según indicios de la investigación, hubo participación de actores estatales y para-estatales involucrados en su asesianto.
Otro caso ocurrió en 2016 y 2017 cuando la CIDH otorgó medidas cautelares a favor del Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN) y Lottie Cunningham (líder de CEJUDHCAN). Tras una serie de amenazas contra la vida de Cunningham, la CIDH otorgó las medidas cautelares en junio de 2017. En ese momento, Cunningham y el CEJUDHCAN denunciaron que el gobierno nicaragüense no ha implementado ninguna de las medidas cautelares ordenadas a su favor.
En su informe presentado en enero de 2018, Front Line Defenders, registra tres personas defensoras de la tierra asesinadas en Nicaragua: Felipe Pérez Gamboa, Celedonia Zalazar Point y Camilo Frank López.
Otro caso fue el ocurrido en enero de 2018 en Guatemala. El diputado Julio Antonio Ramírez, fue arrestado acusado de ser el autor intelectual del asesinato de dos periodistas en 2015.
Retos internos de la sociedad civil
Uno de los principales retos de la Sociedad Civil es conectar los espacios de luchas nacionales e internacionales; a través de ideas factibles que busquen como proteger ese espacio cívico y que su discurso no se convierta en situaciones de mera denuncia.
Asimismo, la búsqueda de estrategias de autosuficiencia financiera para eliminar cualquier tipo de dependencia con otro actor de la sociedad y proponer libremente soluciones sociales, económicas o políticas.
De igual manera, a nivel interno tienen el reto de conectar con la población y con sus necesidades y salir de ese discurso ideológico en lo que a veces cae la Sociedad Civil. La principal clave es comunicar con un lenguaje sencillo y práctico aquellas soluciones reales para las vidas de las personas.
Por otro lado, la meta del activismo medioambiental es acercar las necesidades y preocupaciones de las comunidades locales con las zonas urbanas, con el objetivo de que luchen en conjunto por una misma causa.
Por último, esta lucha social debe pasar del plano emocional al plano racional, aportando datos, cifras concretas y estudios de caso. De esta forma se pueden hacer exigencias específicas, medibles y que pueden ser monitoreadas a futuro tanto a nivel nacional como internacional.
Informe Anual sobre defensores/as de derechos humanos en riesgo 2017.