El aporte de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en la sociedad nicaragüense ha sido amplio, diverso y perdurable. En este primer Boletín Electrónico te compartimos la percepción acerca del accionar, importancia y futuro de las OSC en Nicaragua de Josefina Bonilla, directora ejecutiva de la Federación de la Red Nica Salud e Irving Larios, miembro de la Federación de ONG de Nicaragua (FONG) y presidente del Instituto de Investigaciones y Gestión Social (INGES), quienes participaron en el primer microprograma radial “Esfera Ciudadana”.
Para Josefina Bonilla, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) son importantes porque son creativas, buscan identificar los problemas de tu municipio que requieren soluciones, con el objetivo que podás ejercer mejor tus derechos y tengás una mejor calidad de vida.
NicaSalud, por ejemplo, trabaja temas vinculados a la salud, vida sana y bienestar social.
Irvin Larios dijo que no es tan sencillo precisar un tema específico del quehacer de las OSC porque hay mucha diversidad y temas complejos. “Si te puedo dar un dato, acá venían US$400 millones en el año 2000 para apoyar el trabajo de la sociedad civil. Actualmente tenemos menos de US$20 millones. El impacto que ha tenido el retiro de las organizaciones es severo. Sin embargo, se sostienen con el aporte voluntario y nuevas formas que están experimentando en la búsqueda de recursos para resolver los problemas que el Estado aún no puede resolver en las comunidades más pobres”.
En relación a lo planteado por Larios, Josefina Bonilla, es del criterio aseguró que “todas las épocas tienen desafíos, uno de los principales efectivamente es la disminución de la cooperación externa. Sin embargo, esta cooperación nos dejó grandes aprendizajes y ahora hemos tenido que ir cambiando hacia nuevos modelos de trabajo, nuevas formas de adquisición de recursos y nuevas formas de relacionarnos con el Estado, con otros movimientos y con la Academia”.
Según Bonilla, las organizaciones no deben quedarse de brazos cruzados sino buscar nuevas formas de relaciones con otros actores. “Por ejemplo, la relación con el sector privado que antes era mínima, ahora vamos desarrollando un acercamiento para que ellos comprendan las necesidades sociales y adjudiquen recursos en la dinámica de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Las organizaciones deben desarrollar la inteligencia social para estar abiertas al cambio y evitar perjudicar a la ciudadanía y a las mismas OSC.
No obstante, Larios describe un panorama poco alentador en las relaciones del Estado con las OSC. “Desde el 2007 ha sido una relación crítica y difícil, porque la relación de ser de la ONG es apoyar las Políticas Públicas, y como las Políticas Públicas se han ido sesgando a formas partidarias, es una política dirigida hacia la exclusión de las organizaciones sociales para el control de la ejecución de los recursos. Pero las organizaciones van a existir siempre, a medida que haya demandas de la ciudadanía, porque el Estado no tiene capacidad para resolverlo todo”.
“El Estado tiene como C$60 millones en el Presupuesto General de la República, pero lo transfieren a las organizaciones que les son afines, y excluyen al resto. Estos tipos de cosas dañan la relación del Estado y las Organizaciones de Sociedad Civil”, agregó Larios.
Se necesita que las autoridades locales abran el camino y el espacio, porque el trabajo de las ONG es facilitar esos procesos y compartir experiencias de otros países, insistió Bonilla.
Irvin Larios enfatizó que las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) o Comunitarias “solamente son un vehículo para recoger esas demandas, quienes la transforman en proyecto y luego gestionan los recursos para resolver de alguna manera la problemática que las comunidades están demandando”.
Por eso es importante trabajar coordinadamente con las autoridades locales, porque de lo contrario, estarán impidiendo que dichos recursos lleguen a tu territorio.