Las ONG nacen como una manera de llenar el vacío que deja el sector público. Por ejemplo, en la atención de la salud, específicamente del cáncer, Lupus Eritematosa o en alguna discapacidad, opina Josefina Bonilla, directora ejecutiva de la Federación de la Red NicaSalud. Además, considera que es obligación de la ONG, abrir caminos para que se puedan cumplir esas metas sociales.
La población es del criterio de que las ONG son necesarias para el país “siempre y cuando sea para favorecer a la población nicaragüense, cumplan con las reglas y leyes del país”.
Pero otras personas opinan que algunas ONG son mera pantalla, “te vende el apoyo y te dice te ayudamos en esto, pero al final te lo cobran y te dicen que son sin fines de lucro”.
Para cambiar ese tipo de percepciones, es importante que las organizaciones civiles rindan cuentas, asegura Bonilla. “Las opiniones abordan la importancia de la rendición de cuentas, rendición de resultados y el uso de los fondos, que son donados por la población o por la cooperación externa. De igual manera, refiere la importancia de la reglamentación que el Estado exige para el funcionamiento de una ONG, sin embargo ese proceso tiene que ser muy objetivo y no pedir más de lo que se debe pedir”.
Irvin Larios aclaró que el registro y control de las ONG está contemplado en la Ley 147, Ley General sobre Personas Jurídicas Sin Fines De Lucro, en el cual se indica que para que opere la ONG, debe ser aprobado por la Asamblea Nacional, aunque se decreta con una visión politizada y quien aplica esta Ley es el Ministerio de Gobernación. “En Nicaragua hay diversidad de ONG. Están las iglesias evangélicas, el mismo Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), pero nosotros desde la plataforma hablamos de ONG de Desarrollo”, apunta Larios.
“La labor de la ONG es integral y busca como empoderar a todos los miembros de la sociedad con el propósito de crear un ambiente favorable para el desarrollo socioeconómico del país. Las ONG son los mejores socios que pueda tener la sociedad para lograr sus propósitos de bienestar”, concluye Josefina Bonilla.